Con fecha 29 de Noviembre de 2013,
el gobierno Venezolano dictó el Decreto de Emergencia 602 con la intención de
regular la industria de los Centros Comerciales, buscando que los Costos de
Ocupación de los Comerciantes disminuyeran y así estos bajarán el precio de sus
productos a la población.
El Decreto se centró en cuatro
pilares fundamentales de la industria de los Centros Comerciales y lo hizo de
tal manera que ha puesto en peligro su existencia misma, tal como los conocemos
en los últimos quince años. Las regulaciones del Decreto 602 establecen en su
parte medular:
a) Arrendamiento máximo y fijo a
una tasa de Bs.250 / m2
b) Prohibición de porcentaje de
ventas como arrendamiento variable
c) Gastos comunes máximos (Gastos
de Condominio) de 25% del arrendamiento
d) Prohibición de cobro de multas
por incumplimiento de normas y reglamento.
Resulta claro observar que el
Decreto 602 hace insostenible la industria de los Centros Comerciales, tal como
la conocemos desde hace quince años, debido a:
a) Destruye e imposibilita la
formación de capital nacional, que ha permitido las enormes inversiones en los
quince años de desarrollo de esta industria construyendo significativos
complejos inmobiliarios públicos en las principales ciudades de Venezuela
b) Pone una camisa de fuerza a la
esencia del negocio de asociación entre comerciantes y propietarios de los
Centros, que comparten los riesgos con los volúmenes de ventas que pueden
lograr en base a los servicios prestados a la comunidad.
c) Imposibilita la operación
diaria de los Centros Comerciales al fijar los gastos comunes (gastos de
condominio) muy por debajo de aquellos necesarios para mantener el nivel y
calidad del servicio tal como lo conocemos desde hace quince años.
d) Crea la anarquía en las
operaciones comerciales diarias al prohibir la aplicación de multas por
incumplimiento de normas y reglamentos que son la base de la seguridad y
calidad en el servicio que prestan los Centros Comerciales a la Comunidad.
Los efectos del Decreto 602 ya se
están viendo y en los próximos días serán cada vez más notorios por las razones
expuestas. En nada nos referimos a la problemática propia del comercio, en los
actuales momentos, con precios controlados y enormes dificultades para reponer
inventarios en el contexto legal vigente. Es un agravante de la situación de
los Centros Comerciales que comienzan a ver como su base de comerciantes
profesionales asociados, que con tanto esfuerzo han construido, se diluye y
desaparece.
La solución está en manos del
gobierno. Con fecha 16 de Diciembre de 2013, el gobierno, a través del
Ministerio del Poder Popular Para el Transporte Acuático y Aéreo, dictó la
Resolución 209 en la cual se establecen las tarifas de arrendamientos para
espacios comerciales en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetia.
Estas tarifas establecen:
1) Un canon de arrendamiento
fijo, establecido en Unidades Tributarias por m2 de local, distinto para cada
ubicación dentro del terminal aéreo.
2) Se suma al canon fijo, un
canon de arrendamiento variable establecido como un porcentaje del volumen de
ventas, porcentaje que varía según la categoría comercial del arrendatario.
El Decreto 209 define elementos
esenciales de sostenibilidad de la industria de los Centros Comerciales:
1) Protege la recuperación y
formación de capital, esencial para seguir invirtiendo, al atar el canon de
arrendamiento fijo a la Unidad Tributaria, cuyo valor es ajustado por el
gobierno de acuerdo con sus políticas monetarias y fiscales.
2) Reconoce la diferenciación de
categorías comerciales y asigna a cada una un porcentaje del volumen de ventas
como canon variable, permitiendo así el alineamiento de esfuerzos entre
comerciante y propietario del Centro Comercial.
El gobierno debe definir con los
propietarios de Centros Comerciales los valores de los arrendamientos fijos y
variables, similares a la Resolución 209, a ser incluidos en la Ley definitiva
que se promulgue para regular la actividad de arrendamiento de los Centros
Comerciales. Pero esto debe realizarse con la máxima urgencia del caso, antes
que la fuerza de los hechos cree situaciones en las que todos saldrán
perdiendo, principalmente los consumidores y visitantes de los Centros
Comerciales.
Por Mario Castro F. Tomado de la Revista Top Shopping Center. Enero 2014